Fecha de publicación: Jan 24, 2017 10:15:33 PM
Presentación: Alejandra Rodríguez
Narración: Diego Rodríguez
Música: Valgeir Sigurðsson, Focal Point, Ekvílibríum, 2007
Per a compilar aquesta secció, em fet servir www.calsky.com, www.heavens-above.com i el programa Stellarium, entre d'altres.
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Y hasta aquí el resumen del mes. ¡Os deseo cielos estrellados!
Pulsando en los enlaces podéis abrir una nueva ventana mostrando un mapa detallado del cielo del mes que incluye además una nueva sección con una lista de objetos destacables y pases de la estación espacial internacional visibles desde Mataró elaborada en catalán por Esteve Cortés, además de un mapa del cielo en este momento generado por un programa de Dirk Matussek.
Sin lluvias de meteoros de especial relevancia, excepción hecha de las misteriosas alfa Centauridas, que alcanzan un modesto pico máximo el miércoles, 8 en las cercanías de Saturno, este mes os proponemos dos objetos de allende el sistema solar: En primer lugar, disfrutar de la Gran Nebulosa de Orión, la llamada Capilla Sixtina del cielo, justo bajo el cinturón de la constelación del mismo nombre, perfectamente visible al sur a medianoche. Un pequeño telescopio nos permitirá distinguir en su centro el llamado Cúmulo del Trapecio, cuatro estrellas jóvenes descubiertas por primera vez por Galileo, y que se sospecha contiene un agujero negro en su centro responsable de la alta velocidad de dispersión de sus componentes.
Otro interesante destino para las noches de febrero es el Cúmulo del Pesebre, M44, en la constelación de Cáncer, al este de Canis Minor y bajo Geminis. Es un abigarrado cúmulo abierto conocido desde la antigüedad que cabe perfectamente en el campo de visión de unos binoculares o un pequeño telescopio. Sobre él se desplazan con frecuencia los planetas y la luna, que precisamente se situará en sus inmediaciones la víspera del eclipse del sábado,11 aunque dificultando con su brillo la observación del cúmulo. Pero no hay problema. Aprovechad cualquier noche sin luna para disfrutar de sus como poco mil estrellas, y tampoco olvidéis que este cúmulo es hogar de varios exoplanetas recientemente descubiertos.
Los planetas siguen una tónica parecida a la del mes anterior. Venus sigue dominando crepúsculo y primeras horas de la noche, acompañado por Marte, con quien alcanzará su máxima proximidad el jueves, 2. En la madrugada, Júpiter permanece guardián de Spica, en Virgo, aunque avanzando hacia su oposición en abril, y Saturno empieza a ser bien visible en la madrugada después de haber surgido del sol por vez primera a principios de año.
La luna se erige en protagonista en el mes de febrero del 2017 al atravesar a partir de las 23:32 del viernes 10 el cono de penumbra proyectado por la tierra, alcanzando su máximo enrojecimiento a las 1:44 del día siguiente. Los eclipses de luna siguen un mecanismo análogo a los de sol, pero sólo pueden suceder cuando la luna está llena. Además, el tamaño mucho mayor de la tierra respecto a la luna proporciona la oportunidad de eclipsarla completamente no sólo con su sombra, sino también con su cono de penumbra. Otra diferencia importante es que puede ser visto desde cualquier lugar del lado nocturno de la tierra. Así que con el permiso de las nubes, os recomiendo disfrutar del espectáculo. Pero antes, al anochecer del lunes 6 la luna nos mostrara su Manecilla Dorada, cuando el sol ilumina las montañas Jura mientras que Sinus Iridum permanece en las sombras a sus pies. Y si durante su eclipse del 11 la luna es llena, el sábado 26 será nueva. Y todavía otra curiosidad: el sábado, 17 tendremos el cuarto menguante más pequeño de los próximos cien años. ¿Cómo habría que llamar este tipo de lunas? Se aceptan sugerencias.
Eclipse penumbral de luna del 10 de febrero del 2017. Gráfico de CalSky.com.
Luna llena. Es decir, encontrarse en una sizigia (del griego συζυγία , «reunión»), una alineación Sol, Tierra, Luna. Eso sucede cuando la luna es llena o nueva. La velocidad de la luna varía a lo largo de su órbita en torno a la Tierra, por lo que el tiempo entre lunaciones, el mes sinódico, puede variar desde unos 29,18 días hasta 29,93 días. La duración media a largo plazo es de 29,53 días.
Luna en un nodo. La órbita de la luna no discurre en el mismo plano que el Sol, sino que se inclina unos cinco grados. Por lo tanto, para que la sombra de la Tierra la alcance, la Luna, debe cruzar la órbita de la tierra en torno al Sol, la eclíptica. El tiempo que tarda en atravesar estos nodos, el mes draconítico, es de 27,21, aunque los nodos no son fijos sino que reculan en la órbita hasta completar una vuelta cada 18,6 años.
De forma similar a los eclipses de sol, los eclipses de luna se producen cada vez que coinciden ambos factores, y una vez conocida la fecha de uno, es posible calcular la de otros usando ciclos como el de Saros. Cada año se producen entre dos y cinco eclipses de luna.
Sin embargo, el hecho que más llama la atención al observador es que aunque la luna penetre en el cono de sombra nunca se oscurece del todo. El motivo es que la atmósfera terrestre dispersa la luz del lado diurno en el nocturno, proyectando algo incluso en el cono de sombra. La luz que menos se dispersa es la de tono más rojizo, iluminado también así la Luna.
La noche del 10 al 11 de febrero habrá un eclipse penumbral de luna que será visible en América, Europa, África y Asia. Alcanzará el máximo a la 1:44 del día 11, hora peninsular. Aunque generalmente se observa un leve oscurecimiento de un hemisferio de la luna, esta vez la penumbra será total, y en su punto máximo todo el disco solar quedará dentro de la zona de penumbra.
Como es habitual, unos quince días después se produce el correspondiente eclipse de sol. En esta ocasión ocurrirá el 26 de febrero y será un eclipse solar anular que no se verá desde España. Sí podrán contemplarlo desde el sur de Chile y Argentina, en Angola, noroeste de Zambia y el sur de la República Democrática el Congo.
Cuando la Tierra eclipsa la Luna
Para un eclipse de luna deben darse dos condiciones: